jueves, 25 de julio de 2013

¿Hay cuerpos que no se ponen de parto solos?

Yo creo que sí, y que el mío es uno de ellos. 

Este viernes hago 41 semanas y mañana tengo cita para monitores. No es una certeza absoluta, pero tengo asumido que si ven cualquier signo de sufrimiento me dejaran ingresada para la inducción. 

Mi primer parto también fue inducido a las 41 semanas. En aquella ocasión porque, en principio, tenía poco líquido. Cuando me rompieron la bolsa para desencadenar el proceso resultó que de poco líquido nada, pero estaba manchado, así que vino muy bien igualmente. 

Me hacía mucha ilusión ponerme de parto sola en esta ocasión. Al igual que entonces, hemos probado con todo lo que se conoce para intentar arrancar el proceso de manera natural: andar, escaleras, tener relaciones (la mejor sin duda ;-))... Pero nada, los peques se me atrincheran en la tripota y no hay manera de que salgan por propia iniciativa. Es cierto que en esta ocasión he notado bastante más actividad que en la anterior (¿tal vez estaba entonces menos pendiente?): contracciones de todo tipo, dos amagos serios la semana pasada que quedaron en nada, pinchazos varios... Pero no ha sido suficiente. 



A medida que he ido conociendo a otras mamis me he dado cuenta de que no ponerse de parto sola en un segundo embarazo, es bastante común cuando tampoco te pusiste sola en el primero, lo que me hace pensar que es algo en cierto modo genético, e incluso hereditario. Cuenta la leyenda que mi padre nació con más de 5 kilos, y aunque por desgracia no tengo a mi abuela para preguntarle, pienso que tal vez tuviera un embarazo más largo de lo habitual, y que por eso mi padre nació tan grande. Antes no había los mismos controles que ahora, está claro... 

Lo mejor de esta ocasión es que si mañana me dicen de quedarme, no me cogerá tan tremendamente desprevenida. Ya he hablado con mi Chiquitín y le he explicado que tal vez mañana le inviten a salir, y que mami intentará hacerlo lo mejor posible. 

¿Lo peor de esta vez? Al igual que hace dos años y medio, tener que escuchar a propios y ajenos dando su opinión sobre el hecho de estar cumplida, entera, con la barriga muy alta... y no poder responder con un par de frescas, tal y como me gustaría. 

¿Cuál es vuestra experiencia con el tema de la inducción? ¿Ha sido necesaria en sucesivos embarazos o cada caso ha sido distinto?

martes, 23 de julio de 2013

Esperando la llegada del hermanito

Estoy ya de 40+4 semanas, y desde la semana 38 esperamos la llegada del hermanito.

Justo haciendo la semana 37, y coincidiendo con el inicio de las vacaciones, el Peque volvió a ponerse malito. En esta ocasión un virus de sólo fiebre, pero que le dejó bastante tocadete. Fueron unos días muy complicados, y luego vino la resaca post virus, aún peor si cabe... Lloraba por todo, no quería comer, muy caprichoso... Me preguntaba si era posible que ante la llegada de su hermanito su reacción pudiera ser peor que eso.

Afortunadamente los días pasaron y todo empezó a mejorar. Tras una semana prácticamente sin comer, empezó a irse reponiendo poco a poco y a estar cada vez de mejor humor. A mí verle así me llenó de energía y de optimismo preparto, cosa que me vino genial.
A mi Peque le encanta chocar su tripota con la mía :-)

Así fue durante dos semanas, hasta que el sábado pasado volvió la fiebre y la enésima gastroenteritis de la temporada. Ayer pasé un bache importante. Volver a verle así me tuvo llorona todo el día, y no paraba de pensar en que la llegada del hermanito no podía caer con peores circunstancias... En ningún momento se me pasó por la cabeza que pudiera pillarle malito.

Hoy ha estado bastante animado todo el día, y aunque no ha comido casi nada, al menos se ha mantenido activo. Este jueves tengo cita para monitores, y no me sorprendería que tuviera que quedarme allí para una inducción. Ojalá de aquí a entonces le dé tiempo a recuperarse aunque sea un poquito...

Hace unos días que tenemos ya en casa todas las cositas del Chiquitín: minicuna, carrito, bañera, etc., y de momento parece que la inminente llegada del hermanito le divierte. Ojalá que sea así...

Y vuestros mayores, ¿cómo vivieron la llegada de sus hermanitos pequeños?

jueves, 18 de julio de 2013

Un segundo embarazo estupendo

Estando ya de 39 semanas y 6 días, puedo afirmar con total certeza que he tenido un segundo embarazo estupendo. Los mayores achaques que he tenido han sido provocados fundamentalmente por los virus que el Peque ha ido trayendo de la guarde, y como no hay mal que por bien no venga, hay que decir también que las gastroenteritis varias que he pillado me han ayudado a mantener a ralla los kilos :-P



Estrictamente ligados al embarazo, dos han sido los principales caballos de batalla en esta ocasión:

  • Sensibilidad extrema puntual en las encías de la zona superior derecha de la boca. He tenido dos grandes crisis, y la primera me dolió tanto, que creía que se me caían los dientes... Una pasta de dientes especial recetada por mi dentista me ayudó a mantenerlo controlado.
  • Alergia primaveral. Más duro aún que lo anterior, aunque sólo duró un mes. En esta ocasión lo único que me salvó fue llevar siempre en exteriores un look a lo Michael Jackson, elegante a la par que discreto: gafas de sol negras y mascarilla de farmacia blanca. He tenido que aguantar toda clase de comentarios por parte de grandes y pequeños, pero merecía la pena sin duda. Era lo único que me aliviaba un poco.

Quitando estas dos cosas, todo ha sido genial. No he tenido estreñimiento, ni anemia, ni ciática, ni problemas circulatorios, he cogido en brazos a mi Peque desde el primer día hasta hoy, sin ningún manchado... Ha ido estupendo.

Tardé un poco más de lo que me hubiera gustado en conectar con mi Chiquitín, y teniendo en cuenta que es muy probable que éste sea mi último embarazo, no puedo evitar que me dé pena que ya estemos llegando al final. Claro que me gustaría mucho verle la carita, pero disfruto tanto sintiéndole dentro de mí, llevándole a todas partes conmigo... Entre eso, y que por fin estoy de baja, no me importaría para nada que este embarazo durara unas semanitas más.

Y respecto a eso... me encuentro tan, tan bien, que no me sorprendería nada que al Chiquitín hubiera que sacarle "por la fuerza", como a su hermanito. El parto inducido a las 41 semanas del Peque fue un buen parto, pero a pesar de ello, me encantaría ponerme solita de parto en esta ocasión... ¡A ver si puede ser!

miércoles, 17 de julio de 2013

Operación pañal: orgullosa de mi Peque (II)

Hace ya mucho tiempo de mi última entrada... No hubiera querido que se enfriara tanto el tema, pero este último mes ha venido cargado de mucho trabajo y mucha barriga, y se me ha hecho imposible actualizar.

Como os contaba en mi primera entrada sobre la operación pañal, tras varios pasos atrás en los fines de semana decidimos dejar al Peque a su aire, obrándose de pronto el milagro. Empezó a decir que quería hacer caca y a irse solo a hacerla al baño, para asombro absoluto de todos los que presenciábamos la escena. Me dejó alucinada y no podía estar más orgullosa de él.

 
Ahora, dos meses después del inicio de la operación pañal, parece increíble lo habituados que estamos ya a ir por la vida sin él. Con las cacas es infalible, aunque con los pipís aún hay algún conflicto de vez en cuando:
  • En ocasiones se aguanta tanto, que se hace unas gotitas encima antes de arrancarse a hacerlo en un sitio "homologado".
  • Cuando ha estado malito, se ha hecho el remolón hasta hacérselo encima, a pesar de haberle recordado nosotros varias veces el tema. Se ve que le resulta más cómodo...
  • Hay veces que se despierta de la siesta con una "torta" tal, que una vez más se pone hecho un melón y prefiere hacérselo encima antes que sentarse en el WC.
A pesar de estos pequeños detalles ocasionales que aún tenemos pendientes, estoy muy contenta por cómo ha salido todo. Sé que ahora con la llegada del hermanito puede que haya algún retroceso, pero nos lo tomaremos con la mayor tranquilidad posible.

Por si a alguna otra mami le sirviera de ayuda, sólo resumir diciendo que en nuestro caso lo que funcionó no fueron los cuentos, ni los premios, ni preguntarle cada poco tiempo... Simplemente dejarle a su aire, sin reñir en los fracasos y alabando mucho los aciertos. En esto, como en todo, ¡cada peque es un mundo! :-)